Con lecturas de María Moreno, Juan Carlos Kreimer y Osvaldo Baigorria se realizó la edición de julio de “Esto no es ficción”, que se realiza cada fin de mes, coordinado por Javier Sinay. Compartimos información sobre el ciclo y textos de los autores convocados.

La propuesta es que los autores invitados lean textos mestizos (en general, vinculados a la no ficción) en los que se encuentran trabajando. Es decir, se trata de asistir a la trastienda de un texto, al modo en que está siendo pensado, articulado, corregido y aún, tachado.

En ese marco, Moreno leyó “Políticas del nombre: del nombre de guerra al trans, de Rodolfo Walsh a Marlene Wayar”. Se trata, explicó, de una investigación en la que viene trabajando sobre el modo en que en las organizaciones armadas de los setenta fue obligatoria callar cualquier deseo que no fuera héterosexual. Kreimer leyó unos fragmentos de un texto autobiográfico cuyo nombre provisorio es “Prosa caníbal”. Baigorria leyó un inédito (aún) donde se refiere a Sei Shōnagon, una escritora japonesa que vivió en el siglo X, conocida por su diario El libro de la almohada. Este trabajo es parte, explicó, de una constelación de notas periodísticas agrupadas bajo el nombre de “Palabras finales”. En ellas, Baigorria indaga la historia que rodea las palabras que han pronunciado grandes escritores antes de morir.

“Ninguno de nosotros es de escribir cables, tenemos más que ver con el ensayo, la opinión y la entrevista”, le comentó Moreno a Sinay a raíz de algunas preguntas hechas por el cronista. En ellas, él le preguntó –entre otros puntos- sobre Periodismo todoterreno, la antología con textos de Ricardo Raab que Moreno seleccionó y prologó.

“El nombre es una cifra”, afirma la autora en un párrafo del texto donde establece coordendas “entre esa W magnífica que une a Walsh con Marlene Wayar, emblemática activista trans”.

Sobre la investigación que está llevando a cabo, comentó: “Me encontré con un militante gay que hizo su coming out estos años, en el Centro Cultural Haroldo Conti, y me pareció que ahí había una punta que me interesaba seguir. Me parece que la homofobia y la misoginia fueron estructurales a las organizaciones armadas. El conflicto sigue estando y la idea es indagar ese secreto”.

Kreimer –editor, escritor, referente contracultural, autor de libros míticos como Punk, la muerte joven, reeditado en 2015- comentó que desde siempre toma apuntes en libretas pequeñas. Y que está interesado en indagar el contenido de esas libretitas. “Mi relación más larga es con la escritura. Yo aprendí este oficio con Tomás Eloy Martínez, con Miguel Briante, con Antonio Di Benedetto. Y quería contar de dónde había nacido todo eso”, dijo. El título tentativo del texto es Prosa caníbal.

Baigorria –que hace poco reeditó su novela Llévatela amigo, por el bien de los tres, editada originalmente en 1989- contó que estaba muy emocionado de leer junto a quienes fueron en algún momento sus editores: Kreimer en el caso de la revista Uno mismo (revista que fundó en 1982 y dirigió hasta 1994) y Moreno, en el caso del diario Tiempo Argentino que se editó en la década del ochenta.

“Hace un par de años le propuse al suplemento cultural de Perfil una sección llamada Palabras finales. Se trata de notas sobre las últimas palabras que dijo un escritor antes de morir. Yo tenía algunas cosas y luego me tuve que poner a investigar, desde los poemas de hospital de Allen Ginsberg hasta los 17 whiskys de Dylan Thomas, el último poema de Viel Temperley o la carta que le dejó Virginia Woolf a su marido antes de suicidarse”, dijo. Y antes de leer, aseguró que trabajar con la muerte no le está resultando materia sencilla.

Para leer el texto de Juan Carlos Kreimer, aquí.

Para leer el texto de Osvaldo Baigorria, aquí.

Para leer la reseña de Javier Sinay sobre Periodismo todoterreno, de Miguel Raab, aquí.

(Informe: Ivana Romero / Fotos: Verónica Martínez/Archivo Fundación TEM)

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