Se presentó en Fundación TEM Angular, una plataforma de periodismo narrativo global especializado en acción humanitaria y en cobertura de conflictos. Está coordinada por Pablo Tosco, Migue Roth y Bruno Grappa junto a un equipo de periodistas, fotoperiodistas, diseñadores y realizadores multimedia que conocen y practican parámetros de acción humanitaria con una mirada crítica y propositiva.

La presentación estuvo a cargo de Roth y Grappa (Tosco debió viajar a República Dominicana por razones laborales). Junto a ellos, las periodistas y cronistas Victoria De Masi y Ana Prieto trazaron un panorama del periodismo narrativo actual y sus principales desafíos.

“Existen (pocas, pero existen) extraordinarias revistas y medios dedicados a coberturas de largo aliento, que apuestan por la profundidad. Sin embargo, hay un enorme vacío en el periodismo narrativo con foco en problemáticas sociales, crisis, conflictos y acción humanitaria. Creamos Angular con la intención de publicar y difundir historias que nacieran desde el encuentro con el otro, cuidando su dignidad; historias y opiniones construidas al margen de las lógicas empresariales o gubernamentales. Al mismo tiempo, nos propusimos generar un espacio para facilitar capacitaciones y abrir puertas a exposiciones y eventos periodísticos especializados”, explicó Roth.

De Masi recordó una entrevista que mantuvo con María Moreno donde la cronista dijo: “La mayoría de los cronistas de hoy utilizan el género crónica para hacer investigaciones intimistas, no rigurosas y con un realismo instrumental, a veces horripilante hasta el ripio. ‘Cronista’ debería ser alguien que toma el testimonio de las mayorías sumergidas y lo hace visible y pensable, y no un identikit para encajar en algún mercado posible”. En ese sentido, enunció una cantidad de lugares comunes a los que apelan los grandes medios para no publicar crónicas; desde el prejuicio de que la gente no lee “cosas extensas” hasta el remanido “no hay plata para eso”.

Algunas cuestiones son ciertas y otras están en cuestión. “Yo no conozco ser humano más infiel que el lector. El tipo te abandona, no le importa, pasa la página, escrolea, se va. Te deja ahí y lo peor del asunto es que ni siquiera te da explicaciones”, agregó. Y compartió una idea desafiante: “Quizás el problema no sea el lector. Quizás seamos nosotros los que todavía no dimos con el gancho que no los mueva del texto”.

Por su parte, Ana Prieto compartió un recorrido a través de 15 grandes libros de literatura y periodismo narrativo, esenciales para cualquier aspirante a buen cronista. Por ejemplo, Diario de la peste, de Daniel Defoe, publicado en 1722 es un relato apócrifo si bien está construido como pieza que trabaja con la verdad. Underground, publicado en 1997 por Haruki Murakami, cuenta historias de víctimas del ataque con gas sarín que ocurrió en Tokio dos años antes. “Murakami se enteró de casualidad, leyendo el diario, que nadie le había dado voz a las víctimas. Así que él, que viene de la ficción, fue capaz de encontrar allí herramientas para contar una historia verdadera”, señaló.

Entre la lista de libros que mencionó se destacan también clásicos como Hiroshima, de John Hersey; Noticia de un secuestro, de Gabriel García Márquez; Ante el dolor de los demás, de Susan Sontag, y todos los libros de Svetlana Alexievich publicados en castellano.

La actividad estuvo acompañada por la música en vivo de Joaquín Rovagnati. 

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