El pasado 1, 2 y 3 de septiembre se realizó en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, el encuentro de periodismo literario Narrativas de Realidad. En palabras de la coordinadora del encuentro María Ángulo Egea, “las tres jornadas vespertinas se establecieron siguiendo los pasos habituales del periodista y escritor que emprenda este camino de ida y vuelta periodístico-literario. Los diferentes paneles buscaron recoger del modo más real posible el quehacer del cronista”. En el año donde la ciudad fue reconocida como Capital Mundial del Libro, el encuentro fue, además, un pretexto para el encuentro entre periodistas y escritores que residen en la Argentina y España. Aquí la crónica de los hechos.

Duelo Carrión – Caparrós por el periodismo de viajes

Por Federico Córdoba.

Día 1.

Después de una breve inauguración a cargo de Ricardo Ramón, actual director del CCEBA, y Hernán Lombardi, ministro de Cultura del Gobierno porteño, comenzó la primera mesa de las tres jornadas: La biblioteca del cronista. Josefina Licitra, Juan José Becerra y Jorge Carrión exploraron sus bibliotecas personales y, a partir de diez títulos que eligieron, dialogaron en torno a los autores que funcionaron como disparadores, como mito de origen de sus textos. En la mesa que coordinó la periodista y socióloga Eugenia Zicavo, el autor de Los Muertos y Teleshakespeare aseguró que “en la biblioteca de un cronista no puede haber sólo libros de crónica. Las técnicas narrativas están en las distintas expresiones artísticas. En los cuentos, en la música contemporánea y en la poesía”. Carrión asegura haberse convertido en cronista por tres obras fundamentales: Larga distancia, de Martín Caparrós; En la Patagonia, de Bruce Chatwin, y Vudú Urbano, de Edgardo Cozarinsky.

Josefina Licitra, en tanto, afirmó que la condición fundamental del cronista es aquella que lo hace estar cerca de lo que se cuenta, y la distancia para contar las cosas. “Hay que tomarse la vida de uno con la otredad suficiente para poder escribir sin autocompasión”, añadió la periodista que está por publicar su nuevo libro sobre Lanús, partido del gran Buenos Aires. Las obras que eligió fueron, entre otras, Timote, de José Pablo Feinmman; Nueve cuentos, de J. D. Salinger; Fotocopias, de John Berger, y Amor y anarquía, de Caparrós. Para Licitra, esos libros toman lo que está a un costado y lo posicionan en un primer plano.
El escritor Juan José Becerra, que jugó el papel de novelista y prefirió referirse a la crónica desde un punto de vista externo, derribó varios mitos: “A mí siempre me molestó ese yo estuve ahí. Los grandes cronistas son los que desentrañan el sentido de los acontecimientos. Muchas veces, sin la necesidad de estar allí”. Él prefirió, a la hora de hacer su elección: Mitologías, de Roland Barthes, y Borges, de Bioy Casares, entre otros.
Aguirre, Gonzalez y Alarcón: interrogados

La segunda mesa del día fue la de Narco Crónica. Acorralados por una luz incandescente -que reproducía una sala de interrogatorios-, la periodista mexicana Cecilia González, el chileno Cristian Alarcón y el argentino Osvaldo Aguirre ocuparon los asientos de los sospechosos. Coordinada por Marc Caellas, que también estuvo a cargo de la puesta en escena de las mesas, la mesa de Narco Crónica buceó por los libros de los autores invitados, las series de televisión que abordan la temática y la literatura que se escribió alrededor del narcotráfico. El autor de Si me querés quereme transa, dijo que “lo narco nos propone el desafío de proteger la historia adquiriendo una postura en la que el lector se olvide de que somos periodistas mientras somos profundamente analíticos y rigurosos”. Para Osvaldo Aguirre: “El trabajo del cronista es señalar la demonización de los temas y rescatar las ideas esenciales que puedan tener encerradas en su interior”. Por el mismo lado, Cecilia González recordó una anécdota con su compatriota periodista Marcela Turati, y citó: “a veces los periodistas buscamos, pero hay historias que te buscan a ti”. Las series de televisión The Wire, Weeds y Breaking Bad atravesaron la charla por su relación con el narcotráfico y la imposición que hacen de un tema tabú en las sociedades. Alarcón amplió el concepto: “Los buenos libros sobre narcotráfico son muy pocos. Todos los mercados entran a fagocitar todo aquello que se puede producir desde la narrativa. ¿Qué queda de lo que escribimos?”.

Wiener y Rodríguez, video chat

En la última mesa de la jornada se proyectó el video-chat en directo entre los periodistas peruanos Gabriela Wiener y Jaime Rodríguez Z, marido y mujer. Entre poesía, sexo y música, hablaron de amor, Lionel Messi, Barcelona, redes sociales y el tedio de todos los días. Según algunos espectadores consultados, esta puesta llamada “Dímelo delante de ella”, fue el hit del día.

Día 2.

Para el segundo día la piña, el crimen y la patada aparecieron en orden cronológico. En el primer encuentro, el ring (los espectadores estaban dispuestos como en un ringside) enfrentó a los púgiles Martín Caparrós y al escritor español Jorge Carrión, en el marco de la mesa El viajero en la crónica actual. Disertaron sobre el rol del cronista, recordaron a grandes escritores viajeros (Bruce Chatwin, Domingo Faustino Sarmiento, Herodoto, Joseph Roth) para repensar el rol del cronista en la actualidad. “No me gusta hablar de literatura de viajes, relato de viajes o crónica de viajes. Me parece que un viaje es algo incidental dentro del relato”, afirmó Caparrós. Carrión, un poco como un arqueólogo del relato, hurgó en los comienzos de la literatura universal por algún ejemplo que indicara el nacimiento de la literatura de viajes. “Seguramente La Odisea era recibido, por la gente de la época, como una crónica de viajes”. En cuanto a la mirada sobre lo que el periodista vive mientras escribe sobre lo que ve, el autor de Contra el cambio aseguró que “si un cronista está en un lugar aparentemente interesante debe ser autodeprecatorio, e incluir en el relato que la está pasando un poco mal”.

Sergio Olguín y el Gauchito Gil

Un rato después, en la mesa dedicada a la Crónica Criminal, vigilada por Sergio Olguín, hablaron los periodistas Javier Sinay, Cristina Fallarás y Rodolfo Palacios. Esta mesa tuvo como detalle particular la aparición repentina en el público de una abogada forense que discutió con Palacios sus impresiones sobre el carismático asesino Robledo Puch, de quien Palacios guardaba dibujos y postales amistosas. Despúes, cuando terminó, la pantalla se pasó fútbol en vivo y Sonia Budassi, Juan Sasturain y Andrés Burgo se instalaron en la cancha. En la opinión de los asistentes, en esta mesa hubo pocos goles.

Día 3.

En la última jornada la noticia fue la intervención cultural y política. A las 16, La Fundación Tomás Eloy Martínez invitó a los participantes de Narrativas de realidad a conocer el espacio en el que funciona el proyecto legado por su mentor, y presentó un trailer teatral y literario a modo de adelanto de la puesta Entrevistas breves con escritores repulsivos, basado en el libro del escritor norteamericano David Foster Wallace –Entrevistas breves con hombres repulsivos. La obra, que está dirigida por Marc Caellas, se estrenará en octubre de 2011 en la sede de la Fundación TEM. El trailer de veinte minutos estuvo protagonizado por el escritor porteño Roni Bandini.

A las 18, fue el turno de enterrarse en el barro. Meter las narices en donde nadie quiere para poder narrar lo que se ve. Esas son las armas que vertebran el espíritu del Gonzo, el Border y el Punk. Emilio Fernández Cicco, Gabriela Wiener y Robert Juan Cantavella compartieron la mesa donde sobrevoló, repetidas veces, el nombre de Hunter S. Thompson, el creador de lo que se llamó periodismo Gonzo. “El gonzo es Hunter Thompson, los demás son imitadores de él”, dijo Cicco, autor de Yo fui un porno star, un libro que recopila perfiles de celebridades argentinas, crónicas y un manifiesto que, según el periodista, inaugura el border en la Argentina. “La sexualidad siempre me ha atraído como tema, pero también esta lo otro, la ternura y el amor”, dijo la peruana Wiener, quien se identificó con las poetas sureñas de Estados Unidos, en cuanto a la mirada y la pretención intimista de sus textos.
Cicco, que narra los hechos de manera desprejuiciada, desencantada y con pautas personales bien definidas, asegura que él creó el periodismo border por aburrimiento: “necesitaba una renovación”. Para Robert Juan Cantavella, su estilo aborda el periodismo gonzo desde la ficción. “Yo quería copiar a Hunter Thompson, simplemente imitarlo a él”. Por otra parte, el periodismo punk utiliza la ironía, el humor, la primera persona, todos rasgos que aparecen fuertemente marcados en el periodismo gonzo, pero el rasgo que las diferencia es el tono estilístico, que abreva de la narrativa realista norteamericana (Raymond Carver, John Cheever y John Fante).Sin embargo, la mesa dedicada a la publicación del periodismo literario fue la que pateó el tablero. El periodista Daniel Riera leyó un texto introductorio que comenzó como elogio a sus compañeros de mesa y terminó siendo una granada incendiaria: despotricó contra uno de los coproductores de este encuentro, el Gobierno de la Ciudad, y en particular contra el ministro de cultura Hernán Lombardi, al que le dedicó varias palabras “Pienso en Lombardi y pienso en 38 cadáveres”. Haciendo alusión al cargo que ocupó el actual ministro de cultura en el gobierno de la Alianza. Además, agregó “Hernán Lombardi me genera un síndrome personal que los Fabulosos Cadillacs definieron en una canción como “Yo no me sentaría en tu mesa”. El plato en este caso –si entendemos como “plato” a estas jornadas y a los temas que aquí se debaten – se presume como apetitoso y los comensales son encantadores. El problema grave es la mesa”. El autor del reciente libro de crónicas Nuestro Vietnam, finalizó: “quizá deberíamos elegir mejor los lugares que elegimos para discutir sobre nuestro oficio, no sea cosa que terminemos desvirtuando las razones por las cuales lo ejercemos”.

Pasadas las 20: 30, el cierre estuvo a cargo de cuatro escritores que interpretaron el rol del cronista en una sesión de escritura jam en vivo. La escritora colombiana Margarita García Robayo, Sonia Budassi, Ana Prieto y Alejandro Seselovsky fueron de la partida.Fotos: cortesía CCEBA.

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