En su paso por Buenos Aires invitado por la Universidad Nacional de San Martín, el escritor estadounidense Paul Auster realizó la mañana del lunes 28 de abril una visita privada a la Fundación Tomás Eloy Martínez, que conserva el legado del escritor argentino.

Como homenaje a la amistad que ambos mantuvieron, el autor de La trilogía de Nueva York se hizo un lugar en su apretada agenda porteña para visitar la sede de la Fundación TEM en Carlos Calvo 4319, de la que es miembro del Comité de Honor.

“Tomás Eloy Martínez fue el primero en escribir en América latina sobre mi obra, en los años 80, cuando mis libros no eran tan conocidos -comentó Auster-. Luego mantuvimos una amistad a lo largo de los años, sobre todo a partir de su residencia en los Estados Unidos. Muchas veces nos juntábamos a cenar en Manhattan y estoy muy agradecido de poder visitar hoy esta Fundación que lo recuerda”.

Luego de recorrer los diferentes espacios de la sede, interesándose por las bibliotecas y los archivos del autor de Santa Evita, Auster preguntó sobre las actividades que se realizan en la Fundación. Algunos de los escritores y periodistas que dictan aquí talleres de narrativa y periodismo estuvieron presentes: Claudia Piñeiro, Mariana Enriquez, Betina González y Luis Mey. Ellos le comentaron sobre los cursos que dictan, y Auster se interesó por el perfil de los alumnos. “Qué bueno que la mayoría sean jóvenes”, se alegró.

Estuvieron también presentes el ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, y la directora general de Bibliotecas y Promoción de Lectura, Alejandra Ramírez, que cedieron el espacio donde actualmente funciona la Fundación Tomás Eloy Martínez, en el barrio de Boedo.

Auster llegó puntual a las 11 de la mañana con un libro bajo el brazo: un ejemplar en inglés de Here and Now (Aquí y ahora), que recopila la correspondencia que mantuvo entre 2008 y 2011 con el Premio Nobel sudafricano J. M. Coetzee. Ambos autores leyeron fragmentos de ese trabajo durante la presentación que hicieron la noche del domingo en la Sala Jorge Luis Borges de la Feria del Libro.

“Les traje este ejemplar de regalo para ustedes”, les dijo Auster a cuatro de los siete hijos de Tomás Eloy Martínez que se reunieron para recibirlo: Gonzalo, Ezequiel, Blas y Javier. “For the TEM Foundation, with my support and affection”, escribió en la dedicatoria. A su vez, los hijos de TEM le obsequiaron un ejemplar de la edición en inglés de Purgatorio, la última novela que el argentino publicó en vida.

De muy buen humor y con un muchas ganas de conversar, Auster habló de cine, fotografía, de lo que lamentaba ver cómo iba desapareciendo toda una generación de grandes escritores latinoamericanos, se llevó bajo el brazo una copia impresa del perfil que Mariana Enríquez escribió sobre él en la revista Anfibia, bebió Coca-Cola light y le prestó atención a los comentarios de todos y cada uno con una curiosidad genuina.

Luego de tomarse fotos con todos y firmar algunos ejemplares de sus libros, se despidió con una promesa: la de volver.

 

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