La biblioteca Miguel Cané fue centro del homenaje que 85 escritores iberoamericanos le hicieron a Buenos Aires en el año donde la Unesco la nombró “Capital Mundial del Libro”.

101 obras fueron donadas en el marco de la iniciativa “Por amor a Buenos Aires”, impulsada desde el ministerio de Cultura de la Ciudad. El propósito de este proyecto, iniciado en abril pasado cuando el escritor peruano Mario Vargas Llosa visitó la Argentina en la última edición de la Feria del libro, era que escritores iberoamericanos donarán ejemplares de sus bibliotecas privadas dedicados especialmente a la ciudad porteña.

Javier Martínez // Foto: Flavio Vargas

Algunos de los escritores que formaron parte del homenaje fueron: Manuel Vicent, Antonio Gala, Ángela Becerra, Rodrigo Rey Rosa, Arturo Pérez – Reverte, Javier Marías, Eduardo Mendoza, Rosa Montero, Elvira Lindo, entre otros.

En el acto que se realizó hoy, los concurrentes se animaron a leer algunas de las dedicatorias a puño y letra que enviaron los escritores de distintos puntos del planeta. Entre ellos, la librera y periodista cultural Natu Poblet leyó las palabras que el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez le dedicó a Buenos Aires en su último libro El ruido de las cosas al caer. La subsecretaria del ministerio de Cultura, Josefina Delgado, eligió Abril Rojo, de Santiago Roncagliolo, y el director editorial del Grupo Santillana, Augusto Di Marco, repasó las palabras de Andrés Neumann escritas en su libro Viajero del siglo, Premio Alfaguara 2009.

María Sheila Cremaschi, curadora del proyecto, dijo que “la enorme riqueza de todo lo que se escribe en español, permite suponer que este proyecto quedará eternamente abierto. De alguna manera, la idea es seguir con las donaciones de libros. Este es un primer paso.”.

Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la Ciudad, se mostró entusiasmado: “No es habitual que una selección de lo más destacado de las letras hispanoamericanas exprese con tanto fervor su cariño por la ciudad. Esto tiene que ver con el aroma a ciudad literaria que se respira aquí constantemente”.

Javier Martínez, hijo de TEM y miembro de la Junta Directiva de la Fundación, leyó la dedicatoria que escribió su hermano Ezequiel, en representación de su padre: “Cómo no sentir a ese Buenos Aires que se agita en tus novelas, si es el lugar donde ya no estás pero te quedaste para siempre”. Y el libro dedicado fue El vuelo de la reina; con la donación completa de la obra de Martínez, se inicia la etapa final del proyecto que concluirá en abril del 2012, cuando le toque el turno a los escritores argentinos residentes en el país donar sus obras.

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